Quebrantahuesos Gran Fondo 2017

08 de julio de 2017

QUEBRANTAHUESOS GRAN FONDO 2017
(17-06-2017)

La Quebrantahuesos, organizada por el club Edelweiss, bajo la presidencia de Fernando Escartín, es una de las pruebas cicloturistas de ultrafondo más importantes de Europa, lo que viene a significar del planeta. Es obvio por tanto su magnetismo entre los miles de aficionados que aglutina, contado además con multitud de ilustres exprofesionales, con el mismísimo Miguel Indurain a la cabeza.

Con salida y meta en Sabiñánigo (Huesca), la lustrosa “Quebranta” atraviesa los Pirineos hasta la vertiente francesa, y vuelve a España, ascendiéndose los puertos de Somport, Marie Blanque (la bestia de esta carrera), Portalet (el juez de la prueba) y Hoz de Jaca. Su longitud es de 198 kilómetros y el desnivel acumulado es de 3500 metros. Se trata de una prueba muy dura, donde los ciclistas experimentados ponen de manifiesto su entrenamiento, destreza y cabeza. Una carrera legendaria a la que cualquier aficionado que se precie pretende intentar ir alguna vez en su vida, soñando escalar esos puertos míticos que colocan al deportista rápidamente en su sitio…en el mejor de los casos.

Ni que decir tiene que el reto se encuentra a la altura de los sueños de nuestros compañeros ciclistas, un grupo de buenos amigos y excelente deportistas a lo largo y ancho de las letras que forman la palabra. Una de sus motivaciones es precisamente afrontar la preparación de este tipo de desafíos con idénticas inquietudes y entrenamientos comunes en la medida de lo posible. Como viene siendo habitual, nuestro grupo ciclista piensa en conjunto, aunque el esfuerzo en carrera sea individual. Dado que un amigo es, entre otros conceptos, una persona con la que precisamente puedes compartir sensaciones y vivencias, la relación de estos ciclistas da brillo al concepto de amistad, fuerza que mueve los pedales de GP Phi Polideportivo.

Ésta pudiera haber sido una prueba de ciclismo de ultrafondo más, como tantas de las que hemos realizado con nuestro equipo: Madrid-Lisboa, 10.000 del Soplao, Titán de la Mancha, pero la que nos ocupa resultó ser especial y muy particular, ya que brillaba de forma extraordinaria una vez más lo verdaderamente importante del deporte: el valor, la pureza y el sentimiento de las personas que defienden su pasión en común por un conjunto que trasciende, con mucho, el concepto de afición. Vaya este adelanto de lo que fue una enorme jornada.

Siempre comentamos que la dificultad de una prueba de estas características reside, ya no en completarla con tiempos razonables que se distancien lo máximo posible de los no iniciados, sino en poder afrontar la preparación. Y es que, llegar a junio en un estado de forma correcto, significa que debes preparar la prueba durante todo el invierno, una estación cruda que, como es bien sabido, complica mucho el desarrollo de los entrenamientos, por no entrar en el limitado tiempo que le pueden dedicar muchos de nuestros compañeros al deporte, como populares que en definitiva son, con sus trabajos y quehaceres diarios.

Llegados aquí, se disfruta ya desde la concentración durante el fin de semana de competición en el que, como si se tratara de jovenzuelos que marchan de excursión, vivían nuestros amigos toda la previa con esos nervios típicos de estar ya en capilla. Partía por tanto desde Ciudad Real la expedición GP Phi Polideportivo. dispuestos todos a entregarse a las cimas pirenaicas. Nuestros colores serían defendidos por cinco compañeros valientes: Juanma, Ramón,Joaquín, Mikel e Isidro. Y no olviden los nombres de los dos últimos, pues su aventura merece el tiempo de lectura.

El día de la carrera recibía a los participantes con un calor que definitivamente se convertiría en uno de los grandes protagonistas. Los nuestros se contarían entre los valerosos finishers de la carrera e 2017, no sin antes sufrir los rigores de una prueba compleja, dura y exigente. Ramón disfrutaba de la kilometrada como el que más, siendo prudente en su desarrollo. Su desempeño siempre es acorde al de un buen aficionado que saber y quiere vivir el deporte y los retos por muchos años entre los amigos. Al bueno de Joaquín los calambres le jugaban una mala pasada, pero lograba igualmente el objetivo. Es fuerte y tiene un gran corazón. Pedazo de deportista en nuestras filas. Juan, pinchaba entre comillas respecto a sus expectativas, fundamentalmente debido al terrorífico calor que castigaría a los ciclistas. Su cabeza sabe gestionar todos los resultados. Estamos ante un tipo capaz de sacar lo mejor a cada experiencia en pos de avanzar. Isidro, por su parte, se empeñaba en darlo todo y más, como siempre, volviendo a sorprender a propios y extraños con un rendimiento más allá de lo pronosticable. Así pues, siendo Mikel el primero en cruzar la meta, la Quebrantahuesos 2017 pasaba a la historia de nuestro equipo con los siguientes registros de esfuerzo: Mikel 07:58:36,  Juanma 08:24:55, Isidro 08:37:08 Joaquín 08:43:09 y Ramón 09:18:24.

Y volvamos a aquel adelanto que dábamos párrafos más arriba respecto a lo especial que resultaba esta participación de nuestro club, y alrededor de las figuras de Mikel e Isidro, pues hay tras esta jornada una historia de coraje y amistad que merece ser contada. Como muchos sabemos, hace un tiempo que nuestro compañero Isidro pasaba un calvario en sus lumbares que desembocaba en una compleja operación de la que se ha recuperado felizmente para todos. Coincidencias de esta vida, otro compañero iniciaba su descenso a los infiernos con la misma dolencia en la 15 11. Mikel, siempre sobrio, con su silencio deseaba no preocuparnos.

Su preocupación era la máxima para un deportista, con las nubes negras que significaba la amenaza de no poder volver a practicar su pasión. Hasta tal punto los médicos eran pesimistas con sus dolencias. Pero un buen día Mikel se abría ante Isidro, el cual le contaría su experiencia, recomendando a su amigo el mismo camino seguido por él meses atrás, para, al menos, obtener otro diagnóstico que cuestionara el obtenido hasta entonces. Fueron muchas pruebas y comprobaciones hasta dar por fin con el tratamiento más adecuado para sus problemas, y fruto de esta rápida reacción las nubes negras del pasado empezaron a disiparse, dejando paso a los primeros rayos de luz, después de mucho tiempo en tinieblas.

Ahora nos queda imaginar el instante en el que Mikel preguntaba a su asombrado doctor si podría completar la Quebrantahuesos, el cual, manos a la cabeza ante la cuestión, decía con guasa ¿”la quiebra qué??  Quiebrahuesos?.. si yo los arreglo, ¿cómo me dices que te vas hacer una prueba donde te los van a quebrar….??!!”

La buena recuperación de nuestro compañero le ponía en situación de afrontar la carrera. Éste siempre se mostró muy agradecido hacia Isidro, el cual afirma no haber hecho nada especial que no hiciera por otro compañero: aconsejar, apoyar y visitarle en Madrid. Ambos se animaban y un día se daban un abrazo para conjurarse ante la Quebrantahuesos y luchar juntos por el oro.

Y así llegamos al instante en el que esa medalla se vendía cara…casi imposible. Situándonos en el gran día, justo en la subida al Marie Blanque. Allí, en el fragor de la batalla y observando los tiempos (Mikel es una calculadora), el renacido sabía que con Isidro no llegaría a conseguir el tiempo necesario para conquistar ese preciado oro, con lo que se lanzaba con todo en busca de un objetivo de corazón: dedicárselo a su amigo…a su hermano deportivo.

Para conseguir el oro en su categoría, Mikel necesitaba entrar en meta en menos de 8 horas, siendo ya imposible el tiempo requerido en el caso de Isidro en la suya (08:10). Así pues, enfrascado Mikel en una contrarreloj frente a la carrera, el reciente pasado y los fantasmas de esta terrible lesión, nuestro bravo amigo llegaba en 07.58:36, exhausto en una explosión de pedaleo y sensaciones seguramente indescriptibles que subían de tono al ver llegar a Isidro.

En meta se encontraba a Mikel llorando, con su medalla en unas manos que buscaban el cuello de su amigo. Un oro con el nombre de Isidro y la inscripción “gracias”. En Sabiñánigo se abrazaban y lloraban emocionados durante minutos, quedando sellado para siempre un recuerdo imborrable y su amistad. Para cualquier cronista es realmente imposible el acercarse con palabras a lo bonito de esta historia, pero lo hemos intentado. Una más de las que justifican el luchar por mantener viva la llama de este gran equipo que es GP Phi Polideportivo. Nos vemos en la próxima!

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