SKYLINE HALF MARATHON DALLAS (USA)
(28-04-2018)
Javier López Viñas; “Javi Buyo” para sus amigos, que son muchos y se los ha ganado a base de buenas formas, elegancia y actitud positiva ante una vida que no siempre fue amable con él, y que le alejaba pronto de muchos seres queridos, de alguno demasiado temprano, y del resto más tarde debido a los estudios y al trabajo. Málaga nos parecía muy lejana cuando partía hacia la universidad, pero ya hubiéramos firmado que no sumara más kilómetros a la distancia. Y es que Dallas, situada al norte del estado de Texas, en Estados Unidos, es el lugar en el que hoy desarrolla su carrera profesional, y en el que arranca una nueva etapa deportiva como corredor oficial.
Pero Javi en nuestro club no es un nuevo fichaje…y es que la leyenda del equipo se forjó durante muchos años gracias a sus extraordinarias (y repito, EXTRAORDINARIAS) cualidades como portero de fútbol y fútbol sala fundamentalmente, un deporte en el que, aunque él rechace esta afirmación, bien pudiera haber alcanzado cotas como profesional, pues su talento, valentía, saber estar y, por qué no decirlo, ángel, le convertían en un arquero de halo cuasi místico defendiendo el escudo de los GP.
Celebración entre clásicos del club GP, sección fútbol sala. Javi a la derecha |
Pero Javi tampoco es un nuevo amigo del atletismo, y desde luego su relación con nuestro escudo va mucho más allá de lo imaginable para quien no le conozca, ya que se trata de una figura muy importante de la historia del equipo y en la de su amigo inseparable durante la infancia y adolescencia, nuestro capitán, Rafa. Ambos iniciaron la chispa de lo que hoy es una gran afición por la carrera pedestre y este club en su actualidad, difícil de imaginar si una buena madrugada de agosto este par de chavales no se hubieran echado a la carretera entre Almodóvar de Campo y Puertollano para emular a los fondistas del momento, y en concreto a un Martín Fiz que horas antes se había proclamado campeón del mundo de maratón en Goteborg 1995.
Así eran Javi y Rafa de mozos, imitaban a Zubero en la piscina, cogían las bicis en los días de Tour de Francia y, sobre la calle San Miguel, pintaban con tiza las líneas de una improvisada pista de tenis callejera cuando el Roland Garros se celebraba. Aquella mañana se metieron en la piel de los grandes maratonianos para firmar “la hazaña” de ir corriendo a Puertollano, una experiencia gratificante a través de la cual se encendía la llama para no dejar de correr con el objetivo de mantenerse en forma, sobre todo en el caso de Rafa, quien siempre mantuvo esta actividad como complemento al deporte principal, esto es, el fútbol, hasta que el bicho de las carreras le picó.
Para Javi han existido algunos pequeños paréntesis en su actividad deportiva, pero siempre le sentó muy bien salir a trotar y desde luego mostró buenas condiciones cuando se exigió un poquito más entre los amigos. Hoy, tras una preparación suficiente, escribía su capítulo inaugural como corredor popular, incluso prólogo podría decirse, al completar nada menos que una media maratón, su primera carrera oficial esperemos que de muchas más con el equipo de toda la vida en el corazón.
La carrera se le presentaría dura, pues ya desde demasiado pronto no sentía buenas sensaciones. En el kilómetro 7 sufría su primera crisis, extrañamente demasiado pronto, pero recuperaría el ritmo hasta los dos tercios de carrera, momento en el que, ya sí, la media maratón vendía cara la meta. Sin embargo, pese a no dar el cuerpo su mejor versión, Javi lograba conquistar los 21,097 kms, y parece que algunos unos metros más, en un crono que raspaba las dos horas de esfuerzo, como podría esperar en un pronóstico no muy optimista que finalmente se cumplía. Ya habrá tiempo para pensar en cronos más exigentes y en las seguras mejoras. Por ahora es momento de celebrar que nuestro compañero ha superado la dura prueba. Enhorabuena Javi. Nos vemos en la próxima!
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