El destino, del que nuestros amigos desean ser sus dueños, llevaba hasta tierras onubenses a la pareja formada por Fátima y Rafa, dos compañeros que acumulan una dilataba experiencia con la rosa en pruebas de fondo a lo largo y ancho de prácticamente toda la geografía española. El municipio de Cartaya, en su localidad marítina de El Rompido, era testigo de una nueva media maratón en sus piernas, si bien en el caso de las de Rafa las circunstancias aconsejaban tomar la carrera con prudencia, pues lleva meses arrastrando molestias en los isquios y, tras el sobreesfuerzo en Argamasilla de Alba hace siete días, la musculatura aconsejaba ahora algo de mesura en línea de salida, y definitivamente la exigía pasados los kilómetros de calentamiento, durante los cuales no terminaba de aparecer la confianza para forzar el ritmo.

El trazado se mostraba extremadamente complejo, arrimándose muchísimos kilómetros hasta los terrenos propios del trail entre pinares, cuestas y arena de playa, unas circunstancias con la que nuestros amigos no están muy acostumbrados a lidiar, pero ante las cuales nuestra campeona Fátima se crecía para cosechar un notable cuarto puesto de la general con trofeo como primera senior femenina. Fenomenal trayectoria la suya.

El nuevo éxito de Fátima se unía a la postre al recibido por Rafa como “Corredor Popular”, queriendo la organización homenajear a sus participantes en la figura de alguno de ellos, bajo un criterio no revelado. Nuestro capitán, en el podio, recibía de buen grado el premio en nombre del resto de los llegados a meta. Claro, que antes hubo que llegar a ella, algo que él mismo no tenía tan claro a primera hora de la mañana, cuando cierta tirantez en sus músculos hacían volar los fantasmas de una nueva retirada sobre su cabeza, algo que estaba determinado a evitar moderando el ritmo por detrás de su esposa.

Su tiempo en meta sobrepasaba las dos horas, pero no era la excesiva prudencia lo que llevaba al capitán de GP Phi Polideportivo a este registro tan alejado de lo lógico, sino una circunstancia desgraciada con la que se encontraba a dos kilómetros del final, cuando cerca de él un participante sufría a su lado los rigores de una severa deshidratación y caía al suelo con todo el peligro que se presentaba al perder el conocimiento. Por supuesto, como otro corredor al lado, Rafa detenía su marcha para atender al aturdido atleta popular con toda su atención y preocupación, centrando sus esfuerzos en ello hasta que llegaba por fin la asistencia médica profesional. Por fortuna, este corredor hoy se encuentra fuera de peligro. Confiamos en que todo se quede en el susto y el compañero pueda seguir disfrutando de este deporte que tantas buenas experiencias nos ofrece generalmente. Nos vemos en la próxima!