XVI MEDIO MARATÓN EL BURGO DE OSMA.
(11-07-2015)

En meta. Juan Pedraza con Fátima y Rafa.

Al que cuece y amasa, de todo le pasa. El refranero nos recuerda que todo tipo de vicisitudes aguardan a quien se enfrenta a menudo a la competición deportiva, como es el caso de nuestros compañeros Fátima y Rafa, los cuales se organizaban un nuevo fin de semana turístico-deportivo en El Burgo de Osma para disputar la media maratón de esta preciosa y turística localidad soriana, sólo siete días después de su exitosa participación en los 21,097 de La Reserva de Cuatro Calzadas en Salamanca, y una vez se daban por recuperados para afrontar el nuevo reto. Proyectada la prueba a las 19:30 horas en plena ola de calor, y superando ampliamente los 30 grados de temperatura, parecía aconsejable prestar atención a una mayor hidratación de lo habitual. Sin embargo, esta sobrecompensación en la ingesta de líquidos sería -más que probablemente- la razón de la retirada de Fátima en el kilómetro 9, lamentablemente aquejada de problemas estomacales en un vientre repleto de agua.

Ante la nueva situación, una vez Fátima con buen criterio ponía fin a su concurso sin mayores problemas que el malestar que le impedía correr con seguridad, Rafa (su liebre hasta entonces) proseguía y aceleraba el paso para firmar su trigésima media maratón oficial en un crono de 01:27:10 tras correr los últimos 12 kms a un notable ritmo de 03:45 min/km bajo la premisa de intentar adelantar a cuantos atletas vislumbrara en el horizonte. Su rendimiento en estas circunstancias meteorológicas, físicas y mentales nos habla de un corredor en muy buena forma. En esta carrera se encontrarían con Juan Pedraza (01:29:54), quien la recomendaba unas semanas antes, y compañero que hoy debía defender los colores de Aranjuez tras llegar a línea de salida algo apurado después de la dura jornada laboral en Madrid. A la llegada de Rafa a meta, Fátima le esperaba totalmente repuesta. En definitiva, hablamos de “cosas del deporte” que suceden obviamente a quien lo practica, como decíamos al inicio de la crónica. Identificadas las circunstancias y los posibles errores cometidos con esa probable sobrehidratación, no cabe más que tomar nota y animarse para preparar el siguiente objetivo. Nos vemos en la próxima!