XXXIV MARATÓN DE VALENCIA
(16-11-2014)
Nos gustaría hoy contar que nuestro amigo Iván, actual plusmarquista del club en 10 kilómetros ruta y medio maratón, cogió al maratón por la pechera y lo zarandeó con la misma fuerza que siempre demuestra en su vida deportiva. Quisiéramos narrar una odisea cargada de vigor físico; la de una nueva cabalgada heroica hacia otra marca GP PHI Polideportivo. Sin embargo, la historia que hoy contamos quizás es más grande que todo eso: la de un buen hombre castigado por una prueba terrible que, aun así, lucha sin fuerzas con un único pensamiento: que su hijo le vea cruzar la meta.
Iván es un compañero entrañable y una magnífica persona. Su recorrido como corredor popular no es muy dilatado, pero está repleto de éxitos. No negaremos que su cita con Filípides quizás llegaba de manera algo apresurada, pero tampoco que todos los miembros del club teníamos plena confianza en las posibilidades de un atleta con mucha energía y fuerza mental. Su temporada ha sido excelente, firmando marcas del equipo masculinas en distintas distancias, lo cual ya le coloca en un lugar de privilegio entre nosotros. Sin embargo, algo faltaba en su ánimo: correr el maratón. Tras más de un año compitiendo, gozaba del permiso para soñar con asaltarlo con una marca de corredor popular avanzado. Con este ánimo, el poderoso Iván iniciaba hace meses su periplo de preparación específica como maratoniano. En el camino, algunas dudas, mucha ilusión y un buen número de kilómetros que hacían pensar incluso con una marca por debajo de las 03:25:00; si bien los más veteranos del equipo aconsejaban mucha prudencia en el debut.
Iván, finalmente y tras tomar nota de los consejos y sus propias conclusiones, marcaba tras los últimos tests un ritmo al que acogerse en Valencia para su hoja de ruta: 04:50 min/km. Dado que hablamos de un atleta de contrastada capacidad, no parecía tan descabellado el planteamiento, siempre que no se sobrepasase este límite de por sí suficientemente ambicioso.
Con la motivación de firmar el 9º maratón del club, Iván llegaba a la capital del Turia para seguir haciendo historia con GP PHI Polideportivo. Con prudencia definitivamente, nuestro bravo compañero correría los primeros kilómetros sin dejarse llevar ni caer en la trampa del maratón. Siguiendo su estrategia marcada, descontaba kilómetros con grandes sensaciones y la esperanza de no decaer en el tramo final. Todo pintaba perfecto hasta que el maratón tocaba por la espalda el hombro de Iván para hacerle saber lo que éste ya intuía y sabía de oídas; que se trata de un monstruo terriblemente peligroso a todos los niveles.
Así, en el kilómetro 35 Iván caía herido de gravedad por las dentelladas de esta bestia de 42195 colmillos. Obligado a detenerse incluso, atónito ante tan tremenda adversidad, nuestro amigo veía escapar el sueño maratoniano. Sin apenas capacidad de reacción, su nueva cruzada empezaba en ese preciso momento. Quedaba claro que no lograría alcanzar la marca señalada. Ni siquiera sabía si podría seguir corriendo; pero una imagen se proyectaría en su mente: la de su hijo aplaudiendo su entrada en meta.
Iván no triunfaría ya en su intento inicial de registro soñado, pero arrancaba en ese momento su nuevo camino hacia una hazaña que con el tiempo entenderá más importante. Una gesta que, una vez se hallaba vacío físicamente, nos habla de un hombre para el cual la palabra rendición no tuvo ningún significado aquella dura mañana de noviembre, y que con cuyos hechos mostraba a su hijo el camino a seguir en la vida. Con los años, su hijo apreciará y comprenderá cuánto luchó su padre por enseñarle una valiosa lección mediante esta metáfora deportiva.
Lo lograría. Por supuesto que lo conseguiría. 03:42:54 sería el tiempo invertido por Iván en llegar a meta. Una marca respetable en cualquier caso a la que su autor ahora mismo no concede mayor valor que la de servirle para ser acreditado como maratoniano. En unos meses olvidará el dolor físico, mejorará su registros en la prueba, estará más preparado y quedará sepultada esta cifra bajo grandisímos maratones. Sin embargo, una persona recordará grabada a fuego la carrera que dedicó su padre allá en Valencia cuando era bien pequeño, cuando a uno le marcan muchas circunstancias. Quizás, quién sabe, Iván cambiara su devenir de manera crucial al no permitir que en la retina de su hijo quedarán grabados recuerdos de una rendición para la que nuestro compañero no encontró hueco. Puede que exageremos,…que seamos unos entusiastas ilusos y nadie recuerde lo sucedido, o bien es posible que esta vista apenas causase efecto en el niño. Casi todo es posible y pocas cosas son seguras, pero lo que es una certeza es que nuestro compañero entró en meta y su pequeño estaba allí para verlo porque así sucedió.
Enhorabuena por tu esfuerzo. IVÁN GP. Iván García Prieto. Estamos orgullosos. Novena maratón firmada por el club, y una pica en Valencia. Nos vemos en la próxima.
Grande Iván, y grandísimo relato que nos pone en el lugar de este gladiador que consiguió un bonito acto.