(16/17-04-2016)
“Probablemente haya retos más grandes en el futuro, pero te aseguro que la sensación que experimenté fue de tremendo placer. Sois un equipo con pundonor y coraje, y yo tenía que demostrar que puedo estar ahí,..con vosotros…” Javi Santos. GP PHI POLIDEPORTIVO
La “III ULTRA TRAIL DE LOS CASTILLOS MAUNA LOA” es una carrera de montaña que une diferentes castillos y monumentos del Campo de Calatrava a través de caminos, pistas y senderos, con salida y meta en Aldea del Rey.
Constando el reto deportivo de varias modalidades, nuestro amigo Javi Santos escogía como desafío personal el descrito “por ETAPAS”: (40 kms + 35 kms). Una primera etapa de 40 kms y 773 metros de desnivel acumulado, con salida el sábado 16 de Abril de 2016 a las 14.00 h en Aldea del Rey y llegada a la pedanía de Huertezuelas (tiempo máximo de 6 horas para completarla), y una segunda de 35 kms y 1.077 metros de desnivel total el domingo 17 de Abril con salida a las 08:30 h de Huertezuelas y llegada al Sacro Convento de Calatrava la Nueva (Aldea del Rey) con un tiempo máximo igualmente de 6 horas. El tiempo total de sería la suma de ambos tramos, siendo así el resultado para nuestro caballero de 4 horas y 4 minutos (primera) + 4 horas y 13 minutos (segunda), logrando una meritoria novena plaza de la general en un registro final de 8 horas y 17 minutos, y clavando con su esfuerzo el estandarte rosa de GP PHI POLIDEPORTIVO en meta, y engrandeciendo así la historia del club y la leyenda de sus deportistas.
El desarrollo era duro. La primera etapa estaba condicionada por el escaso descanso previo y la no adecuada alimentación. Cosas de un popular que compagina afición con obligaciones. Comenzaba todo y los nervios se esfumaban sin embargo, siempre a ritmo de su mp4 y el rock que le acompañaba. Las tres cuartas partes en progresión; bajo la lluvia y el aire, disfrutando de paisajes maravillosos, eso sí. Javi marchó tercero desde el km 15 hasta el 28. Más tarde, aprovechando el terreno favorable y sin miedo, pudo sobreponerse a los momentos de mayor desfallecimiento. Su rendimiento sorprendía a nuestro propio compañero, resultando sexto al término del primer bloque. La segunda etapa, animado, discurría entre barro, agua de un riachuelo y las subidas a dos cerros increíbles que dejaban ver el castillo a lo lejos. Con las fuerzas al límite, Javi apretaba los dientes olvidando el sufrimiento entre grandes zancadas y un paso firme, sabiendo en cada tranco que los compañeros del club le empujábamos hasta meta. Sensaciones inolvidables, admiración de muchos corredores y un recuerdo épico para siempre.
Nos vemos en la próxima!
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