Javi Santos

Corredor a Fondo

El ultrafondo es territorio para corredores poco comunes. En sus laberintos físicos y mentales se adentran variados aventureros que, quizás sin ser del todo conscientes, principalmente se buscan a sí mismos, más allá de la experiencia deportiva.

Forjado en diferentes disciplinas y distancias de la carrera pedestre, Javi Santos fue escribiendo su propia trayectoria hasta convertirse en un outsider de alma rosa. Y es que, pese a parecer abocado a una travesía en solitario, el destino le sorprendía en forma de equipo, el nuestro, en el que encontraba la alegría y motivación necesarias para su eterna búsqueda de “un poco más” de sí mismo. Hoy conocemos a fondo a otro compañero cuyos pasos siente que cuentan, que escriben la historia de PHI Grupo Polideportivo.

 

Hola Javi, gracias por atendernos. Mucho antes de vestir de rosa, ya eras un clásico en las carreras…

Hola Rafa! Bueno, lo primero gracias. Gracias por concederme esta oportunidad. Como siempre, un placer atenderte. Gracias por acordarte de mí y permitir, como con los anteriores compañeros entrevistados, darme a conocer más profundamente, tanto deportiva como personalmente, dentro y fuera de las pistas y las montañas.

La verdad, quería y no quería que llegara este momento. Por una parte, como ya he comentado, para abrirme como componente del club. Por otra, porque me gusta leer y releer desde las entrevistas pasadas, hasta las crónicas de las carreras, porque me impresiona la calidad de buena gente que comparte conmigo pasión y camiseta. Y no quería, porque tenía miedo de que llegara, y no ser capaz de transmitir correctamente ese mismo sentimiento que a mí me habéis hecho sentir al leer vuestras entrevistas. Así que ya no me enrollo más, ¡¡VENGA RAFA DISPARA!!

Cuéntanos, ¿cómo te iniciaste en este deporte? ¿Venías de practicar algún otro?

Me inicié, por así decirlo, a caballo entre mi barrio y mi colegio de siempre, en los llamados “curas” de mi localidad natal, el Colegio que antes era llamado Cooperativa Maestro Juan de Ávila y Santa Teresa, de Almodóvar del Campo, (¡qué cosas! que vengo de la ciudad natal del primero y ahora vivo en la cuna de la segunda); En mi barrio constantemente competíamos en la plaza del Pilar, mi campo de batallas infantil, lugar que dista mucho de ser el asfaltado parquecito en el que llegamos a meta en la MAArathon, luego en unos programas que organizaba el Ayuntamiento en 1994 con varios deportes en el que el atletismo era el que más me llamaba, y aunque no era de forma continuada, ya que dependíamos de la disponibilidad de medios de transporte y de los monitores que teníamos, pues bueno, lo poco que pudimos competir, lo aprovechábamos bien, eso sí en Puertollano y Ciudad Real era dónde más nos batíamos el cobre. Así alternaba fútbol con carreras, aunque no de una forma muy seria.

En serio, por llamarlo de alguna manera, ya fue a partir de mi entrada en el ejército en 1999, dónde, tras varios días de estar allí, conecté con el que sería mi inseparable compañero de kilómetros y fatiguitas, un chaval de Terrasa también llamado Javi, al que le gustaba correr sobre todas las cosas y ¡vualá!, mezcla perfecta y letal… claro, que a todo esto se nos unió un Cabo 1º con una fama de loco de las distancias y tiempos. Bien pues ya estaba la “ ensalá montá”.

Lo que parecía un proyecto a corto plazo terminó siendo una verdadera locura. Todos los días prácticamente salíamos a correr, 10 kilómetros y a ritmo alegre, cuando no salíamos en el cuartel, lo hacíamos por libre. En categoría militar cayeron bastantes pódiums, el otro Javi corría mucho, muchooo y bueno yo no me quedaba atrás.

Perdón, no he dicho mi destino, Mahón (Menorca), un sitio digno de ver, donde fui tercero en categoría militar en el Campeonato de Cross de Menorca y 5º de la general, 3º también en el Cross largo categoría militar en Mallorca y realicé mi primera Media Maratón, Cuidad de Mallorca en la que tengo mi MMP 1:24:() no me acuerdo exactamente de los segundos, pero sí que me quedé 5º en categoría promesa y 26 en la general. ¡Buen debut!

Ya de vuelta de la aventura militar, mi primera Media en Ciudad Real fue en la Media de Alarcos donde hice 1:26:40, ¡Acabé con la lengua de corbata tras la bonita subidita como punto final de la carrera! Cómo me gustaría rememorarla… Por cierto, también pillé pódium jejeje de categoría.

Respecto a otros deportes anteriores, sí, fútbol y natación. El primero lo hice muy light y lo dejé de practicar ya que el agua me llamaba con fuerza. Mucho tiene que ver que en el verano de 1996 surgió un programa de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Ciudad Real que organizaba una tal María Luisa Cabañero… Tras ese verano, en el que por equipos nos plantamos en la final del torneo, e hicimos un digno papel, me enganchó, tanto que me inscribí en el equipo de Salvamento y Socorrismo de Puertollano. Me saqué el título de socorrista, me encanta correr, el asfalto, la montaña,… y el agua aún más.

Vayamos hasta 2016, tu año de llegada al club, ¿cómo se produjo tu incorporación a PHI Grupo Polideportivo?

Corría el año 2015 en la Media de Bolaños, un calorcito manchego… Bueno, resumo, que no acabamos. Estaba en un momento algo raro, personalmente, también se sumaba que no me encontraba muy cómodo en el club en el que estaba, y había dejado de aportarme. No me enganchaba la manera de llevar el tema de competiciones, y no me veía otro año así. En aquel momento, os adelanté a Fátima y a ti, y luego entré casi a la par que José Vicente. Localicé a Iván, también con el cuál tuve algún intercambio de impresiones. Os vi llegar, cómo hacíais piña… y, bueno, me pareció interesante. Cabe destacar que Alberto Molina, con el que tengo estrecha relación, y en ese año estaba con vosotros, me animaba a vestirme de rosa. De momento no lo veía, pero me parecía interesante.

Llegó la carrera de Navidad de Almodóvar del Campo, que en su segunda edición, ya más o menos a nivel organizativo, ir a por los churritos de meta era toda una declaración de intenciones, y allí estaba ese grupito, otra vez.

Empezó  la carrera, y en la parte de la calle Cuerda (no se me olvidará) me pasó José Vicente, luego tú y luego Fátima, pero ibais como los Mitsubishi Zero de la armada japonesa, volando bajo y ligero, me dije ¡Madre mía! Qué progresión, intenté alcanzaros, en vano, solamente logré alcanzar a Fátima. Alucinando, me acerqué a saludaros mientras estabais en plena piña y me dije “yo quiero esto”.  Acto seguido me puse en contacto contigo, y hasta la fecha. No hubo duda, no hubo arrepentimiento. Bueno, sí, el no haberlo hecho antes.

 

Llegabas como un corredor especializado en pruebas de trail, sobre todo de larga distancia, ¿cómo te adentraste? ¿serías capaz de expresar tu pasión por el monte y la montaña?

Esto es relativo. Desde el 2000, cuando hice mi primera media maratón en Palma de Mallorca, hasta 2014, todo fue asfalto, pero ya me planteaba experimentar nuevos retos. Había realizado bastantes carreras por suerte, todo hay que decirlo. Un porcentaje alto en medias maratones, sobre todo, 6 maratones y unas pocas más de 10 k, 5k… Por entonces veía que, sea cual sea la distancia, estaba estancado en mis marcas, relativamente.

El tema económico también influía, no entendía que algunas carreras subieran mucho sus precios, a la par que cogían fama, pero la calidad del recorrido o la atención al corredor no aumentara, aunque no en todas sucedía. En el momento que estos eventos se convierten en puro negocio, ya no me mola. No digo que sean gratuitas, ya que el organizar un evento, por mínimo que sea, es muy sacrificado, pero no me parece correcto aprovecharse de más, y descuidar a la gente, sobre todo amateur, que son los que le damos la vida.

Dicha toda esta parrafada, y harto en parte de estas cosas, un día me decidí a subir un camino-carretera que va desde Almodóvar hasta nuestra ermita, Santa Brígida, otro hacia Retamar, otro día por la senda de los antiguos mineros, otro día por las sendas de Fuencaliente… en fin la famosa frase “un poco más” y otro poquito… Ya sabéis cómo acaba esto, ¿verdad? La frase “un poco más” puede ser una gran frase, siempre funciona.  La montaña te da mucho y solo pide respeto; el silencio solamente roto por alguna lagartija, algún pajarillo, más cuando te adentras en los bosques o coronas un alto, ves lo grande que es el terreno que estas pisando, respiras aire, silencio, paz.

Vamos al plano más personal y profesional, ¿a qué te dedicas, dónde resides?

Voy a empezar al revés, como apunté antes, soy natural de un pueblo con mucha historia, Almodóvar del Campo, al sur-suroeste de la provincia de Ciudad Real. Es la puerta de entrada al Valle de Alcudia, el cual tengo el honor de haber cruzado entero. ¡No es aconsejable! Se hace muuuu largo. Nací en la capi, un 4 de enero de 1980, histórica y monumental, no deja tampoco indiferente al que visite ambos lugares, aunque tampoco deja indiferente su gastronomía, como bien sabemos todos. Actualmente resido en Ávila, desde enero de 2019. Ni que decir tiene que estoy prendado de su entorno. La ciudad en sí es bonita, con su muralla y tal, pero mi tierra es mi tierra, y a veces sí que se echa de menos. Su entorno es idílico, seguramente podrías estar toda una vida explorando montañas y no llegarías a todas. Increíble de ver y de sentir. Resido con mi actual pareja y ahora prometida, espero que por muchos años más.

Actualmente estoy desempleado, no son tiempos fáciles, estaba en una empresa como agente de toma de muestras de aguas residuales. Dependíamos de la Junta de Castilla y León, y nos dejó algo tirados, aunque ahora preparo oposiciones para Correos y también me formo con otra empresa del sector que quiere empezar nuevos proyectos. A ver qué pasa. Hay días convulsos en los que salir a correr te calma y, sobre todo, el apoyo de Esther y las locuras de mi pequeño Bruno hacen que este tramo se lleve bastante bien. El complemento a este núcleo familiar sería Beatriz mi pequeña gacela, pero de momento, no vive con nosotros. Ante estas eventualidades, Siempre positivo.

 

Cuéntanos, ¿sigues alguna programación o método en tu preparación deportiva? 

Como siempre, depende del reto a batir. Apunto que odio los ejercicios de abdominales, flexiones, sentadillas… pero son esenciales para el completo desarrollo de las rutinas que algunas veces sí que se hacen pesaditas.

Normalmente me marco un objetivo de entrenos con el compromiso de que, en la medida de lo posible, los haga por lo menos en un 80%. De nada sirve ponerte en modo “pro” y hacer la mitad, o hacer entrenos exagerados y que vayas a una competición sobreentrenado, y el cuerpo diga “STOP”. Esto me pasó en un Maratón en Madrid, y la recuperación fue difícil. Así es el español común, jeje, aprendemos a base de tortas.

En unas charlas de Gemma Arenas y Agustín Luján, a las que asistí por casualidad, daban un consejo vital, “más vale la calidad en el entreno que la cantidad”. Curiosamente, ya lo aplicaba en la vida real. De nada vale hacer sesiones inacabables si luego no sacas provecho de ello. Suelo entrenar poco y continuo, en una carrera en la que vas a estar mínimo diez horas, no puedes entrenar en una sesión cinco del tirón, más que nada porque el tema de avituallamiento es incompatible. En estos casos, acumulo cansancio y corro o ando, depende de cómo vaya de energía. Pero siempre destaco que depende del reto, sobre todo la altura, que antes era un problema, ahora en Ávila no. Jajaja.

¿Cuáles crees que pueden ser tus puntos fuertes como deportista? 

Pues es curiosa la pregunta, también me la hago yo. ¿Cuál o cuáles son mis puntos fuertes? Quizás sea la capacidad de sacrificio y nunca rendirme. Las carreras de una envergadura grande me han enseñado que una retirada a tiempo es una victoria, pero que, con insistencia en el reto, si se trabaja y crees en ti, nada es imposible. Nunca digo “no podré”, más bien, “ya te veré más adelante, estate preparado para mi vuelta”. No tener miedo pero siempre respeto, mantener la cabeza en su sitio y no obsesionarte es la clave que he aprendido con el paso del tiempo y es lo que vas mejorando. Siempre, sacrifico y constancia obligatoria. El trabajo no es negociable, frase de un entrenador bastante currante.

¿Y qué aspectos quisieras mejorar? 

A mejorar muchos, aunque bueno, tengo la opinión de que cada vez que sales a entrenar por poco que sea, siempre es un punto de mejora. En cada competición en la que me inscribo siempre aprendo algo, por mínimo que sea y lo añado a la nube de aspectos de mejora. Quisiera mejorar más en mi rendimiento para el club. Siempre que tengas una actitud positiva, habrá puntos que optimizar. La verdad es que un atleta que se precie, e incluso en la vida real, siempre se aspira a ir a más. En mente siempre esa frasecita “UN POCO MÁS”.

 

No cabe duda de que eres un corredor prestado a causas solidarias, cuéntanos en los proyectos de esta naturaleza en los que te has involucrado recientemente. 

Este es un ejemplo de aspecto a mejorar de la pregunta anterior. Sí, la verdad es que en esta faceta, antes desconocida para mí, empecé tarde. Mi pareja tiene que ver mucho en esto, ya que casi todas las carreras que ha finalizado son para eventos solidarios. También me arrastra a mí, pero tampoco hace falta que insista para animarme. Me gusta mucho y cada vez más, el poder colaborar con gente y asociaciones que lo necesitan. Me llena por dentro y siempre te llevas un poquito para ti. Es una sensación muy especial y sabes que no es en vano.

En cuanto al futuro, pues desde hace un par de años sigo a una Asociociación llamada #Mismetasporti, que da nombre a una lesión cerebral, la Hemiparesia Infantil, uno de sus miembros se llama David y es natural de Miguelturra, si no me equivoco. Lo conocí  en 2019 en la Ultra de Gredos, donde por diferentes motivos ambos tuvimos que abandonar y nos tocó andar casi dos horas hasta el punto de recogida. Como bien sabéis, no soy de los que están callados, y claro, le pregunté, ya que estaba muy abatido por la retirada. Me contó a qué se dedicaban y lo que era esa asociación. Después de una charla megainstructiva, en la que hubo momentos de emoción, por lo valientes que son esos pequeños héroes y heroínas, contacté con él días después. Tras unos trámites decidí que también quería correr por y para la asociación, enseñando orgulloso la manopla en todos los sitios posibles, y dando voz a este gran grupo que lucha por estos pequeños y pequeñas personitas. Todo esto también es posible gracias a ti,  Rafa, por permitir poner el nombre del equipo. Es un gran honor llevar el nombre dela asociación a lo más alto de las montañas y con el nombre de PHI GRUPO POLIDEPORTIVO. Doble valor de obligada misión de conseguir llegar a meta.

 

¿Cuáles son tus grandes retos de cara al futuro?, ¿algún objetivo prueba concreta entre ceja y ceja? ¿Sueños por cumplir?

Pues en estos tiempos que vivimos es complicado tener algo en el horizonte. Me refiero a algo muy grande por así decirlo. Por ahora, terminar con el Desafío Hércules y el Horizonte Tokio del verano, ambos culpa tuya y creo que de Óscar, y los peores que somos todos los componentes del club que os hacemos caso!  Benditos retos jajaja, pero en concreto, si la dichosa pandemia nos deja, pues el proyecto 2021 de más envergadura sería El Privilegio 100 millas, que se realiza en tierras manchegas, carrera suspendida el año pasado, y que rememora la senda de los caballeros por los diferentes castillos y fortificaciones con meta en la Puerta de Toledo, nada… algo más de 167 kilómetros que esperemos librar con nota. En cuanto a sueños, pues sí que quisiera hacer alguna carrera fuera de nuestras fronteras, La Marathon des Sables, la que hay por el Lago Baikal, también me llama, aunque claro, eso son palabras mayores, pero hay están y quizá algún día pueda decir “UN POQUITO MÁS”.

 

Aunque ahora no te consideras un corredor especializado en el asfalto, tus marcas en este terreno no dejan de ser notables cuando toca bajar del monte. ¿Qué mejores recuerdos tienes de tus carreras sobre este terreno?

Tengo bastantes recuerdos, en asfalto casi todos buenos. Por quedarme con alguno, quizá con la primera Media Maratón Ciudad de Mallorca, que la verdad controlé de principio a fin, ya que sí iba muy entrenado. No había corrido nunca una distancia tan grande, y logré acabarla, que era mi meta, aunque la de nuestro cabo 1º era la de ganar al grupo militar mallorquín, cosa que logramos. Con ellos corrí la 101 de Ronda, que aunque sí que pasé bastantes apuros, como nos obligaban a finalizarla en grupo, pues iba recuperando cuando hacíamos paradas. Por cierto, la 101 sí que es una carrera que parece una barbaridad. Es bonita en su contexto, te da tiempo a pensar en lo que haces y varias veces en “el año que viene no me ven el pelo” y a la vez, “joer, que tengo que regresar a bajar marca”.

Así, en distancias más estándar, la meta en la Maratón de Sevilla me gustó muchísimo, y Valencia, pero sobre todo me quedo en esta distancia con la primera Maratón de Castilla La Mancha, pero el recorrido antiguo, que era un poco aburrido, pero sí que te marca las primeras veces, porque, aunque te lo imaginas y crees que vas preparado, siempre te da la carrera ese toque de atención para que no te relajes y veas que la que manda es la distancia. Por suerte, PHI me hizo volver al asfalto, y de esas carreras difícil quedarme con alguna, todas han sido una experiencia divertida, sufrida y completa. GRACIAS EQUIPO. 

Y en el Circuito de Carreras has contribuido en varios momentos importantes gracias a tu versatilidad. ¿cómo valoras el éxito del equipo en este torneo?

Lo primero, gracias por tus palabras. Intento, en la medida que puedo, darlo todo en las pocas carreras que he participado en el Circuito. Personalmente, pienso que han sido pocas, pero las que han sido, te doy mi palabra que he sudado la camiseta.

La valoración del club sería perfectamente un sobresaliente ++ y lo difícil no es llegar, es mantenerse y más con la autoridad que se está haciendo. Yo, casi siempre desde la barrera, me muero de envidia, siento esa vibración, esa fuerza, ese grito de guerra, ese espíritu de lucha y unidad que demostráis y me siento orgulloso de formar parte de este equipo. PHI GRUPO POLIDEPORTIVO ha venido para quedarse y el que desee retarle, simplemente, que corra más. 

¿Podías imaginar este presente para el grupo?

Sí, sin ninguna duda, cualquiera que haya seguido la progresión sabe que está ante un club que se toma muy en serio las cosas. El año que yo entré acabamos terceros en el Circuito, y desde entonces (hablo del Circuito) no nos hemos bajado del cajón, y no sólo eso, sino que hemos escalado hasta la cumbre del mismo, hablando sobre el asfalto, a lo nuestro, que no es fácil ante determinadas situaciones… y con esa voracidad rosa que, más allá del plano deportivo, se ve como esta marea que sigue creciendo sin techo alguno.

Y hablo del Circuito, pero también a los traileros, que no somos pocos y pocas los que siempre dejamos huella, y también para los que están defendiendo la rosa fuera de España o el equipo de bicicleta que es imparable. Ante todos estos registros, hasta el más escéptico se rinde a la evidencia. “Todos los imperios caen, no son eternos” (El Retrato de Dorian Gray) pero también Máximo (Gladiator) dijo “lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad”. Nos quedamos con el segundo, lo que dice el primero, está aún por pasar y queda mucho para ello. ¡QUE LAS PICAS ROSAS NO DECAIGAN! 

¿Cuáles crees que son las claves del conjunto rosa? 

Para no repetirme, te voy a responder a esta pregunta desde mi punto de vista personal. La clave es el apoyo moral que, por ejemplo, no dejo de sentir cuando hago esas carreras tan largas y dejadas de la mano de Dios. Cuando estás tú solo, pero sabes que no lo estás, cuando sientes ese aliento por detrás, esas palmadas, esos ¡Vamos, vamos! y no piensas en otra cosa que dejarte todo para llegar, no ya solamente por ti, sino por lo que sabes que vas a recibir en meta, aun cuando no llegas y tienes que abandonar el apoyo es incluso mayor. Eso, multiplicado por tres y sumando las veces que nos juntamos desde dentro y desde fuera, hace el bloque que es este club y todos sus componentes, desde los que se calzan las zapatillas hasta los que están detrás de las vallas, convirtiéndolo en un “ejército” imparable. Hacemos lo que nos gusta y, aunque a veces sufrimos, siempre hay una palabra o un gesto o una mano que logra que nunca te sientas solo. ESA ES LA CLAVE, LA PÓCIMA MÁGICA, LA UNIÓN.

Y ¿qué encontraste en este club?

La verdad que sorpresa. Aunque dudaba comenzar una nueva andadura después de la salida de mi anterior club, después de lo visto, se disipó todo en Almodóvar, como ya he dicho antes. Otro equipo, otra gente, empezar de nuevo…. Mira, un pequeño detalle: entré creo que entre el 1 y 3 de enero, el 4 fue mi cumple, y desde por la mañana hasta por la noche recibí numerosas felicitaciones de los que entonces había. Eso ya es un grado. Sentirte valorado desde el primer minuto, como fue en la presentación, pues te hace sentir bastante bien, y consigue que estés deseando que haya competición para lucir rosa y empezar a sumar kilómetros para el club y formar parte de su historia. ¡SIEMPRE TENDRÉ LA SENSACIÓN DE QUE ESTE CLUB ME DA MUCHO MÁS DE LO QUE YO LE DOY A ÉL!,

Tienes muchas vivencias, ¿podrías quedarte con alguna carrera que recuerdes con especial emoción?

Sí que tengo vivencias, sí, bastantes y variadas; quedarme con alguna en particular, sería difícil, así que será con una bastante anecdótica y graciosa, en una de mis primeras ultras que era en Cazorla, de 55kms en la que, bueno, veía el perfil y no me parecía complicado. A eso se sumó que un compi de entrenos me incitó a realizarla, era de allí y conocía la zona, fui un par de veces a entrenarlo y la veía asequible. En gran medida, se parecía a la de Ronda, aunque claro, sí que acumulaba más desnivel. Estuve planificando entrenos durante dos meses. Iba algo justo, pero dentro de lo que cabe, para terminar sí me daba. Todo preparado para el día señalado y surgió un problema: mi compañero, Marcos Ruiz, se cayó de su caballo y se fracturó la pierna, justo una semana antes. Una auténtica faena, pero así son las cosas, se planean, se prepara, pero al final las circunstancias son las que mandan.

En previsión de que ya no iba a ir, hubo un invitado no planificado que se apuntó al evento, mi padre. Ante mi sorpresa, se ofreció voluntario para ser mi conductor y punto de apoyo en los avituallamientos que yo eligiera para proporcionarme alimento o sales. No es que no los diera la organización, sino que ésta permitía que hubiera un par de puntos de apoyo de acompañantes o de equipo (yo iba como independiente). Al ver esa posibilidad de poder descansar tanto a la ida, que iba a ser imposible por los nervios, y por el conductor, que no se calla, sí que vendría bien a la vuelta, después de la carrera; hicimos noche allí, ya que la carrera salía a las 6:00 y suerte que no anulé la habitación, estábamos a pie de meta.

Quedé con mi padre en un punto kilométrico medio porque era el de mejor acceso para esperar allí, aunque trataría de que fuera lo más breve posible. Todo iba bien hasta el km 15 que me caí y me hice un buen raspón, pero nada grave, continue, continue, al llegar al punto a la hora más o menos que predije, no vi a mi padre. Me extrañó un poco, pero marchaba bastante bien, ya que en los avituallamientos solo faltaba José Ángel cortando jamón y Fernando ofreciendo cervecitas fresquitas con su chubasquero fosforito.

Era el km 35, ya quedaba una media maratón para finalizar y lo hice, el tiempo no me acuerdo, pero no llegó a 7 horas y media, que era lo que quería hacer. Ya en meta, no veía a mi padre y lo llamé por teléfono preocupado. Nada, tres minutos después, llegaba casi abroncándome porque había llegado mucho antes. Cierto, no esperaba llegar tan tempranito. Tras una buena ducha en el hotel y comer bastante bien procedimos a visitar a mi compi, y acto seguido a casita. Pero aquí viene el dilema. Mi padre previniendo que iba a estar mucho tiempo sin hacer nada, pues hizo turismo de tapas, que aprovechando la coyuntura el ayuntamiento organizó una feria de tapas. Claro, una por aquí, otra por allí haciendo amigos…. En resumen, tuve que traer yo el coche y escuchar como bufaba “mi conductor”. Me tuve que parar varias veces debido a que el gemelo casi no formaba parte de mi pierna, pero qué vamos hacer. Mi padre al fin y al cabo también disfrutó a su manera y yo tan orgulloso. Encima se llevó la chaqueta que nos daban, una bastante buena tipo Quechua, con la que hasta hace bien poco vacilaba de haber realizado la carrera. ¿Quién le puede discutir? Nadie del pueblo, salvo yo, estaba allí para desmentirlo. Fue especial porque nada terminó como estaba planeado, salvo que llegué a meta y pasé un gran fin de semana con un Titán: mi padre. 

Momentos difíciles han existido, con la rosa también. ¿Cuál ha sido el más delicado, y cómo lo afrontaste?

Bueno, esto es delicado y como diría Jack el destripador, vamos por partes: en lo personal, si no estás bien, no vas bien en muchos aspectos tanto deportivos como en los laborales. Eso sucedió en el 2012, que aunque toda España ese verano disfrutaba de la Eurocopa que ganó España, a mí se me caía el mundo al tener que separarme de un trocito de carne. Ya nada sería igual. Me refiero naturalmente a mi pequeñaja. Los dos sufrimos bastante ese año, no fue nada fácil. Lo sobrellevé gracias a determinada gente en ese momento, grandes compañeros, muy buenos amigos, unas chicas de las que tenía a mis órdenes dos años antes en las escuelas deportivas, que hicieron todo lo posible para levantarme el ánimo y, sobre todo, esta última: DXT Base de manos de Andrés Carneros, un buen chaval del Athletic Club en la categoría de fútbol y fútbol sala lugar dónde desde la temporada 2010/11 hasta que me vine prácticamente a mi actual lugar de residencia, disfruté de buenos momentos, no recuerdo ningún año que no me lo pasará genial con los chavales. No sé si procede aquí, pero desde luego no hay mejor ocasión para agradecer todo lo que me habéis dado en momentos agrios en mi vida personal.

En cuanto a la Rosa, momentos difíciles por suerte ha habido pocos, porque en cada caso si me puedo poner alguno puede ser en la Transhuman Trail 2016. Iba preparado con una serie de rutina fuertes adquiridas por Jesús, compañero – socio de nuestro portero almodovense por antonomasia del fútbol sala, David Vigara, claro está con permiso de nuestros porteros del club, Iván y Javi. Sí iba preparado para afrontar ese gran reto, 240kms en tres etapas que transcurrirían desde Fuencaliente hasta Retuerta del Bullaque. Era el debut de una modalidad nueva en Ciudad Real, en la que siendo tercero en la general y a falta de kilómetros para finalizar, una desafortunada piedra me impactó en la parte inferior de la tibia haciéndome una fisura y un dolor insoportable. Gran decepción al tener que abandonar, que dicho sea, fue gracias a la chica de la ambulancia, quien me quitó la zapatilla y no me la quería dar al ver que no atendía a razones. Fue un palo tras tres días muy duros, especialmente el primero en el que estuve más de 11 horas prácticamente solo y harto de calor.

Al año siguiente volví y conseguí mi meta, aunque no fue el mismo formato, una pena, pero bueno, así son las cosas. Me gustaría repetir etapas y distancia a día de hoy, a ver qué pasaba. Aprovecho esta entrevista para agradecer enormemente a la plana mayor de la organización de la THT el haber realizado este tipo de pruebas. No os lo ponen fácil, casi ninguna institución os apoya, y aun así sois capaces de organizar eventos de una magnitud increíble. ¡GRACIAS!

 

Volviendo a tu predilección por la montaña, germinó y floreció esa pasión… 

Como ya dije antes, en una época de mi vida, las carreras de asfalto ya me resultaban algo monótonas, y este tipo de pruebas ofrecen un amplio abanico de posibilidades. A eso se une que los parajes que tenemos en el entorno son bastante peculiares. La mezcla obtenida es que toda persona que sea amante de la naturaleza, que se meta en este ambiente, cae. De una manera u otra la montaña te seduce, te embruja, hace que los ruidos de la sociedad en muchos casos desaparezcan casi al 100%. Claro, debido a que hay gente incívica que no respeta nada, de vez en cuando ves algún resto de que existimos y somos un poco guarretes, por suerte en este equipo no pasa. Hay momentos que cuando estás ahí metido, en medio de un pinar, la luz se apaga y aunque sean las doce del mediodía y luzca un sol increíble, se hace casi de noche y eso es emocionante. No te digo nada cuando corres de noche, donde alumbras fuera de la trocha o camino, y ves algunos ojos en los que se te encoge el alma pero a la vez te fascina ver la naturaleza en su esplendor, o como me ha pasado en Gredos, que es mi campo de ejercicios: bañarte en una laguna o beber de un nevero agua helada, me imagino a los antiguos guerreros y hombres que llevaban sus ganados por estos parajes tan pintorescos y a veces tan abruptos. Para ellos era su forma de vida y tú, lo haces por hobby. Eso es increíble. 

Y mejor cuanto mayor distancia, ¿qué te aportan estos desafíos de ultrafondo?

Mucho, muchísimo, más de lo que yo imaginaba esperar de este tipo de pruebas. No solo el ultrafondo es montaña, como ya todos sabemos, aquí por suerte tenemos grandes compañeros que también hacen este tipo de pruebas y seguro os dirán que, aunque parezca que no enganchan, el “un poco más” nos pierde. Sobre el ultrafondo siempre digo (esto bajo mi punto de vista) que hace que te tomes las carreras de una manera algo distinta a, por ejemplo, una maratón, donde sabes que si vas entrenado, a no ser que te pase algo raro, la vas a terminar en un tiempo no muy alejado del que tenías ya controlado. En todas y cada una de las pruebas de ultrafondo no suele pasar eso, tienes esa incertidumbre, a no ser que seas un profesional (y ni siquiera) o, desde mi perspectiva, lo mismo me equivoco, pero creo que es así, más que nada por lo vivido y visto, tanto en carreras como en la tele y lo leído a expertos que en esta materia, que dan infinidad de pautas y consejos a seguir. Te hace también cambiar tus tiempos en el crono, tu alimentación en fases de entreno claves para llegar bien, te deja tiempo para planificar la carrera y siempre ante un evento de este tipo tienes que tener al menos dos estrategias, una la que vas a seguir cuando estás entrenando, y otra, la que pueda surgir por si, como me pasó en mi última aventura en Gredos’19, debido al mal tiempo se modificaron rutas sobre el guión y ya lo entrenado vale poco.

El ultrafondo aporta más de lo que uno imagina, porque cuando pasas del kilómetro 45, y seguramente te queden 30 para meta, (y esto que diré no significa que los anteriores no han servido), bajo mi opinión personal los últimos diez kilómetros son los que influyen en cómo vas a acabar y todos los restantes son una preparación para estos últimos. Aquí no hay una distancia muro. Si en el 10 subes un desnivel bestial o lo bajas y vas ya tocado, abandona, es mejor una retirada entero, que deshecho tanto físico como metal. En estas distancias, si empiezas mal, incluso un kilómetro se te hace eterno.

¿Qué lecciones de vida o deportiva te ha dado esta disciplina? 

Jajaja, que no eres tú el que manda en la carrera, es el medio, la naturaleza, como siempre ha pasado, creemos ser los dueños de la Tierra y ella nos demuestra que somos meros inquilinos.

Lecciones muchas, unas buenas y otras no vamos a decir malas, sino de aprendizaje. Por ejemplo, una cosa importante que no he dicho en la anterior, es que tu sentido de humanidad crece en este tipo de modalidad, y se acentúa. Eso es también a nivel general, en el monte, montaña, cualquier paraje. Estamos solos, desafiamos a la naturaleza y si no nos ayudamos no tenemos nada que hacer. En Cazorla me dieron unos calcetines, una chica anónima, por ejemplo, en Portugal me ofrecieron de comer unos lugareños. En Ronda, la segunda vez que fui, me curaron una herida a la sombra de un olivo, un señor que abandonó en ese momento, y que a pesar de su pena por hacerse a un lado en carrera, me prestó ayuda, y sin ella hubiera tenido otro final. Así que recuerdo esas. Conoces gente que de otra manera no entablarías conversación, vives experiencias límites que no imaginarias cuando se da la salida. La verdad es que cada carrera es muy distinta a la anterior, es lo grandioso de esta disciplina.

Si escribo en una pizarra los pro y contras de este tipo de carreras, prácticamente estarían a la par, en serio, pero es que una cosa no deja de estar complementaria de la otra. Cuando subes a una altitud considerable, que ya notas que no respiras igual, que te tienes que ralentizar y que no hay posibilidad de retroceder… porque, claro, no es una carrera donde abandonas y ya está, no, si abandonas entre punto y punto de avituallamiento, tienes que ir por tus medios a cualquiera de ellos. Luego está el que puedan o no llevarte, o te tengas que esperar a que llegue el último y os recojan, eso es lo complicado de las retiradas, que no es solo que lo hagas, sino que también tienes que pensar que no es tan fácil como parece. Eso te hace pensar y planificar, estudiar el terreno y leer atentamente las notas de la organización, que muchas te las facilitan de manera que sabes qué hacer en caso de que tengas que abandonar. Como veis hablo mucho de ello, no es que haya abandonado muchas carreras, o sea la nota dominante, pero sí que hay que tener en cuenta que ese dato es importante; entrenas para acabar una ultra, te lleva meses incluso de planificación tanto en tema físico como en logística, pero sobrevuela siempre la posibilidad de que tengas cualquier percance y debas abandonar, y tienes que también tenerla clara, porque en una determinada distancia, con un determinado tiempo haciéndola y con condiciones en las que, como he dicho antes, no eres dueño del entorno, hay que valorar la posibilidad de que puede pasar y estar preparado para ello, mucho más incluso del qué harás cuando llegue a meta.

Eso es lo que he aprendido en este tipo de carreras. En Portugal, después de soportar un día en el que había temperaturas de más de 40 grados a las 12 de la mañana, pasas a 5 a las doce de la noche, confundes a gente aplaudiendo de madrugada que resultan ser señales de tráfico, pasas por cementerios a las 3 de la madrugada, estás solo… Abandonar después de haber vivido eso, es duro, no estaba preparado, pero tienes que aceptar que es una estupidez ir vacío de fuerzas el resto, que esto es un hobby, un poco loco pero, que hay gente que te prefiere ver llorando por haberte retirado que verte en peores condiciones, por la cabezonería de insistir aunque no tengas fuerzas. Esta disciplina, como tal, tiene los mismos pro que contras, pero sí que te permite ver lo bueno de las personas, conocer a nuevas amistades, profundizar en las que ya conoces y lo que es más importante, saber escuchar tu cuerpo, saber determinar lo que has conseguido y lo que no, tener respeto por una modalidad que, aunque sean unas condiciones de distancia considerables, invito a probar a todos y todas, al menos una vez en la vida.

El apoyo de la familia es fundamental al preparar estas pruebas. ¿cierto?

Tan cierto como que Trafalgar lo perdimos por los franceses. Es, y corregirme si me equivoco, la pieza básica de todo corredor/a. En todos los niveles.

En mi caso, dado que de vez en cuando me aventuro en cosas algo locas, y que hay que tener en cuenta que para una carrera 80 kilómetros, por ejemplo, hay que ir medianamente preparado, le quitas mucho tiempo a la familia. En una palabra, mi prometida Esther se tiene el cielo ganado, en la zona VIP. No mucha gente te está esperando horas y horas sin saber cómo y dónde estás, si te queda mucho o te has retirado, y más cuando en las ocasiones que me he tenido que retirar, y llego fatigado, enfadado y no me doy cuenta de que ella también está hasta las narices de esperar y no le presto la atención necesaria. ¿Y qué hace? pues apoyarme en silencio y ver cómo se me pasa el efecto hasta encontrar esa mirada, ese gesto, esa sonrisa que hasta ese momento no me he dado cuenta que lo hacía. En ese preciso y justo instante me doy cuenta de lo afortunado que soy y de lo egoísta que he sido, aunque se pueda comprender por el momento de la situación, no es excusa. Es una chica increíble, cabe reseñar que en estas carreras se ha hecho cargo de Beatriz, que algunas veces no es fácil, ya que no es su hija, ni mucho menos controlar a una jovencita algo impulsiva, pero logra congeniar y que ella se sienta segura. Yo me quedo tranquilo, porque como ya os digo, es una chica especial como pocas. Les he quitado muchas horas de atención y, aunque personalmente ella sabía lo que hacía, y lo que me gustaba, con los prejuicios que eso acarrea, sorprendentemente es la que más me anima a entrenar y competir.

APROVECHO ESTA ENTREVISTA PARA DECIRTE, GRACIAS, GRACIAS DE TODO CORAZÓN, SIN TI MUCHAS METAS NO HUBIERAN SIDO POSIBLE O NO HUBIERAN SIDO LAS MISMAS. TE QUIERO MUCHO ESTHERCILLA PORQUE ERES LA MEJOR PERSONA QUE SE HA CRUZADOEN MI CAMINO. ¡GRACIAS! ¡TE QUIERO MUCHO, MUCHO, MUCHOOOO ESTHERCILLA!

 

¿Cómo has vivido los primeros meses de pandemia?

Pufff, pues supongo que ,como os habrá pasado a casi todos, mal o malamente regular, aunque en el confinamiento estuvimos haciendo ejercicios de manera casi continuada y marcándonos rutina, mi pareja y yo, en una parte de la casa diáfana, un bajo cubierta bastante amplio en el que lo dábamos todo. Pero correr, ay amigo!!, eso es otro cantar. El primer día que nos dieron la libertad, salí a correr, y era como si alguien me agarrara de la camiseta. ¡Madre mía! Aunque, claro, era lo esperado, pero para bajar el crono, me las veía y me las deseaba. Las piernas no iban a la par que mi cabeza, pero poco a poco se enderezó la situación. Trabajo me costó y a veces llegaba enfadado porque algunas personas, que seguramente no serían de este planeta, me pasaban como pasa una CBR de 600 a una vespino LX. Por suerte, gracias a la constancia, y a que no estuve parado durante el encierro nacional, pude coger el ritmo paulatinamente, aunque eso seguramente haya sido el común denominador de todos. 

Tras el confinamiento, has sido muy activo en los retos del equipo, MAARathon inclusive. ¿Cómo estás viviendo esta experiencia? 

Hombre pues claro, ¿acaso lo dudabas? Jajajaj, todo lo que sea correr, allí que estoy. Cuando planteaste el Desafío Ulises, a mí, que me gusta mucho la historia, viendo que las misiones a batir eran exigentes, no solo por el momento que andábamos, sino porque tenía olvidadas las marcas, se me abrió el cielo. Me dije ¡Vaya! un horizonte nuevo se abre ante mis ojos, esto no se puede dejar escapar. MAARathon después fue un preludio del éxito de la misión, acarreaba una preparación más meditada, más concienzuda del evento a batir e iba bastante prepararlo, mala suerte que el abdomen no me acompañó y quizá podía haberlo hecho mejor, porque para ello me había preparado, pero también podía haber sido un fiasco que no se produjo, gracias a Óscar que me solucionó el problema en el momento clave, y pude llegar a meta y completar un maratón que tanto deseaba realizar para el equipo. La verdad que estos retos es la esencia que le da al año tan raro para no perder la costumbre de competir y que se te salte el corazón.

¿Entonces los retos te están ayudando?, me alegro.

Bastante, me obligan a correr y a un ritmo más rapidito de los que estoy acostumbrado. Desde que el club propuso el primero, hasta lo que queda de Hércules 21, estoy dándolo todo, claro, como imagino que lo estamos haciendo el resto de participantes. Son pruebas bastante variadas y, joer!!, gusta ver que el crono baja. No me esperaba llegar con estos resultados a estas alturas. Creía que me iba a costar, sobre todo los más explosivos, pero no, en algunas he de reconocer que he llegado sobre la bocina, pero se han superado, y me alegro, porque te da confianza para poder afrontar esas distancias en competición y deseando estoy hacerlo, aunque, por lo que se ve, se aventura lejos aún gozar de la esencia peculiar de las carreras, … el Reflex. De hecho, esta idea se implementó en el club local de Ávila, aunque no tienen la organización y el seguimiento que tiene PHI. Por algo somos un club con éxito en todo lo que nos propongamos desde sus componentes hasta su plana mayor, porque vamos todos a una como una falange. Comparo a este equipo con las huestes cartaginenses de Aníbal, un gran líder y un ejército homogéneo con multitud de comandos, cada uno especializado en su terreno y distancia, y que en conjunto somos como, se puede comprobar, los actuales campeones del Circuito de Carreras Populares de Ciudad Real. Eso sí, no tenemos elefantes. ¡POR MÁS RETOS A BATIR! 

 

Imaginamos que te gustaría que tus hijos también prosperasen en un ambiente deportivo. Bruno es muy pequeño, pero ¿qué consejos le das ya a Beatriz?

Consejos, muchos, no paro de darle la vara en muchos aspectos que yo he tenido que aprender a base de tropezarme. No pretendo ser protector, porque eso en exceso sería perjudicial. Se caerá y levantará, tendrá momentos duros que los superará. Mi abuelo la vio correr bastante pequeña y me decía “de casta le viene al galgo, pero esta galga es mucha galga”, es verdad, tiene mucha fuerza de voluntad y es muy impulsiva, y… bueno, todos hemos sido niños y la paciencia no es la virtud de los jovencitos. Le machaco mucho con que disfrute y entrene. Como muchos sabéis, estoy divorciado y ella está con su madre.

Ahora, al irme a Ávila, es más complicado estar como quiero estar y encima con los problemas actuales. Todo se junta, pero en las competiciones que ha disputado y he estado presente siempre le aconsejo que se escuche a sí misma y que si lo puede dar todo, y tiene confianza, nada, ¡a por ello!, no ganar no es una derrota, una derrota es no intentarlo. Estoy orgulloso de que cuando hemos coincidido en las carreras ella normalmente siempre toca cajón. Y no solo eso, no se conforma con ser tercera, quiere ser la primera de todos… El tiempo dirá si se convierte en una atleta pro, aunque si no lo es, simplemente que haga ejercicio y que sea lo que le guste. Una mujer decidida y con paso firme es una mujer imparable. Que es muy bonito eso de que te bajen la Luna, pero si te la bajas tú, nadie te va a reprochar nada. 

 

Más allá del deporte, ¿qué aficiones ocupan tu tiempo de ocio disponible?

Me gusta mucho leer, prácticamente de cualquier género y especialmente me encanta la historia, en todos sus conceptos. Ahora, con el tema de cursos y oposiciones, no tengo demasiado tiempo para ello, pero no hay problema, ya habrá. Además, se junta que desde enero de 2020 tengo también un pequeño bandido que hace que el tiempo vuele. La familia es también mi pasión, todo tiempo con ellos es poco. Además estamos entrenando duro para una nueva modalidad de correr que espero poner en práctica muy pronto en competición, carrera en familia, nos agenciamos de un carrito todo terreno y salimos siempre que podemos. Bruno es el que dirige con mano de hierro. Creo que la nueva generación viene fuerte y tenemos que estar preparados, a las pruebas me remito con el nuevo director deportivo del club. 

 

¿Sientes especial admiración por algún deportista o personaje concreto, aficionado o profesional?

Sí, claro que siento admiración por varios, en verdad siento admiración por toda persona que aprovechando su, por así decirlo, don genético, saca todo lo mejor de sí mismo, cada cual en su deporte. Todo atleta que desde su posición demuestra que no se ha olvidado de donde viene, que sabe perfectamente que es en muchos casos el espejo donde se miran miles de personas, sobre todo los que se inician en la modalidad y fundamentalmente los niños, que viéndolo actuar, ya sea en vivo, por escrito, por radio o por las pantallas, entrenen duro porque ven que si te sacrificas y luchas por tus sueños, en todos los niveles se cumplen. Todo atleta que toma esa actitud, es digno de mi admiración, porque a mí personalmente me hace vibrar viéndolo y esa sensación será común en todos nosotros. Pero si me tengo que quedar con alguien sería Kilian Jornet, Gemma Arenas, Agustín Luján, así en modo más profesional. En aficionado, no me dejaría a ninguno/a de vosotros/as, sin duda alguna me gusta admirar a gente que disfruta de unos kilómetros, comparte una camiseta, una pasión y está dispuesto a sacrificarse luego por compartir un buen jamón.

 

Un deseo para el equipo. ¿Qué le pides al futuro de PHI Grupo Polideportivo?

¿Un deseo?, que siga creciendo, que no piense en el techo, porque aún no está por llegar, desde que entré a formar parte de esta familia todo ha sido ascender sin parar, resultados, fichajes, desafíos… Deseo que sigamos creciendo.

¿Qué le pido a PHI GP? Seguir disfrutando junto a vosotros, seguir creciendo como persona, como atleta, como componente de una marea rosa que va imparable a conquistar lo que fija en su objetivo y podremos llorar algún día como Alejandro Magno porque ya no había tierra que conquistar. En este camino lleno de baches, repleto de piedras, la nave rosa avanza imparable sin importar lo que pueda venir, ya que unidos no hay límites.

Gracias Javi, por poner tanto entusiasmo y dedicación en transmitir tus sensaciones deportivas al equipo.

No hay de qué. A vosotros por atenderme. Espero, como ya dije antes de empezar, expresar este sentimiento a las personas que me lean, que hayan pasado un buen rato con esta pequeña parte de mi historia. No pretendo ser adulador, nunca lo he sido. Llevo en este club 4 años y tengo la suerte de conocer a muchos de vosotros a fondo, he compartido kilómetros y conversación y me ha permitido conocer lo buenas personas que sois. A los que no os conozco personalmente o no hemos coincidido, y nos hemos cruzado y no os he saludado o dicho algo, no es si no porque somos muchos y si no he tenido un trato regular, lo siento, soy muy malo para las caras, no digo ya para los nombres.

Gracias Rafa por esta oportunidad. Gracias PHI GP porque me devolvisteis otra vez la confianza en un club. Quizá soy a veces algo insoportable o inoportuno, nunca es mi intención ofender a nadie y nunca lo ha sido.

Aprovecho que el Guadiana pasa por Ciudad Real para dar ánimo a un amigo y compañero, a una grandísima persona que recientemente le han dado una notica algo desagradable. Es injusto que pasen estas cosas y más a este tipo de personas que tienen un corazón tan grande y tan luchador. Álvaro, amigo mío, mucho ánimo, te dedico unas palabras porque es lo que menos te mereces. Eres un gran tipo y soy, corrijo, somos afortunados de que formes parte de este club. ¡TU LEGADO ES INIGUALABLE!

UN SALUDO A TODOS Y TODAS, GRACIAS POR VUESTRA PACIENCIA. Y RECORDAD SIEMPRE, ¡UN POCO MÁS! ¡NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA! 

 

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